Universalmente es el signo de la suma y se asocia con el amor en sus diferentes y múltiples manifestaciones de reconocimiento, gratitud, perdón y ayuda.
Es el símbolo del mito universal de las jornadas compartidas, de la necesidad de trabajar de manera colaborativa, en equipo.
Indica la importancia de las relaciones, la confianza y la colaboración. Señala cualidades importantes y necesarias en las organizaciones, tales como apertura, transparencia, respeto, comunicación, trabajo en equipo, fraternidad, comunidad, etc.
Es el número dos, la base para la creatividad, pues se requieren dos para crear el tres.
Los triángulos ascendente y descendente representan las dos manos de la Creación. La unión de la fuerza ascendente con la descendente, la energía dinámica con la magnética, la aspiración con la inspiración.
El triángulo es la estructura de las pirámides y de las montañas sagradas y se asocia con el mito del ascenso en busca de la visión, revelación, propósito, dirección, sentido, enfoque, iluminación.